miércoles, 4 de enero de 2012

La defensa de la escuela mixta

La defensa de la escuela mixta
A finales del XIX se empezaron a plantear algunas propuestas que defendían decididamente la necesidad de que las mujeres reciban una educación escolar más sólida y equivalente a la de los hombres. Esto significa que las mujeres puedan tener acceso a los estudios medios y superiores, y que niños y niñas se eduquen en los mismos centros, para mejorar la calidad de la escolarización de éstas. Sin embargo este objetivo es considerado en forma distinta según la cultura de cada país.

En España, las primeras defensas de la escuela mixta y de la coeducación se realizan desde un punto de vista racional y de igualdad. La Escuela Nueva, propone la coeducación como uno de los elementos más significativos de su proyecto de una sociedad democrática e igualitaria. Las argumentaciones a favor de la coeducación están muy vinculadas en algunos casos a la visión de un nuevo rol para la mujer en una nueva sociedad.

Emilia Pardo Bazán propone en el Congreso Pedagógico de 1892 la coeducación a todos los niveles, con el objetivo de superar la división de funciones asignadas al hombre y a la mujer. Sin embargo esta propuesta, no es aprobada en las conclusiones finales.

A principios del siglo XX, la Escuela Moderna de Ferrer i Guàrdia, extenderá su influencia y las ideas pedagógicas del movimiento de la Escuela Nueva impulsan en Cataluña la realización de experiencias coeducativas .Unas y otras, junto a la experiencia de la Institución Libre de Enseñanza, serán el antecedente inmediato de la organización del sistema escolar bajo la Segunda República y el gobierno autónomo de la Generalidad de Cataluña.

Así pues, el tema despertó en España un debate, porque cuestionaba la separación de sexos en la escuela y se incidía sobre las relaciones sociales entre hombres y mujeres y planteaba la revisión de los roles sociales de uno y otro sexo. En la realidad, las experiencias de escuela mixta fueron minoritarias. Incluso en la etapa de la Segunda República, sólo una minoría de centros llegó a tener carácter mixto. Pero el corto período de la implantación de la escuela mixta fue muy beneficioso para las niñas y las jóvenes, puesto que aumentaron notablemente su escolarización y pudieron ampliar su ámbito de actuación.

Al final de la guerra civil queda cerrada la opción de la escuela mixta. La Iglesia volvió a asumir la iniciativa en el campo de la educación. La legislación franquista prohibió de nuevo la escolarización de niños y niñas en los niveles primario y secundario. La educación de las niñas se confiará, a la Sección Femenina de la Falange, que difundirá un modelo pedagógico dirigido a inculcar a la mujer que la finalidad de su educación se circunscribía a los límites de su función de madre y responsable del hogar.

El período franquista significa para las mujeres una desvalorización profesional de su formación escolar a través de la diferenciación de currículos y de la escuela separada. La mujer quedaba recluida de nuevo en el ámbito de lo doméstico. Hasta 1970 no se modificará la legislación franquista referida a la estructura educativa. En 1970 la Ley General de Educación, anula la prohibición de la escuela mixta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario